miércoles, 28 de abril de 2010

TEXTO LITERARIO

CENTRO DE BACHILLERATO TECNOLOGICO INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS No. 189

TEXTOS LITERARIOS

Los textos literarios son textos que privilegian el mensaje por el mensaje mismo. En el proceso de construcción de los textos literarios el escritor se detiene en la escritura misma, juega con los recursos lingüísticos, trasgrediendo con frecuencia las reglas del lenguaje para liberar su imaginación y fantasía en la creación de mundos ficticios.


http://www.contenidoweb.info/textos/textos-literarios.htm

2da Fuente


¿QUÉ SON LOS TEXTOS LITERARIOS?

Los textos literarios se pueden definir como mensajes en los cuales el continente tiene casi, o mayor, importancia que el contenido. El escritor de textos literarios tiene a su disposición una gran cantidad de recursos fonológicos, sintácticos y morfológicos para que lo que prime en el texto sea la estética literaria. En determinadas ocasiones incluso, los textos literarios, trasgreden las normas comunicativas buscando plasmar un efecto estético en el lector.

Los textos literarios se diferencian de los textos informativos en que los primeros dejan una gran cantidad de detalles en manos del lector que tiene que presuponer muchas cosas a la hora de leerlos. Son los propios lectores los que tendrán que hacer una reconstrucción en su psique de lo que ha tratado el texto literario para llegar a una imagen personal que el texto literario les ha causado.



Los lectores de los textos literarios tienen que intentar, con los datos que se aporta en el texto literario crear su propia realidad y construir el sentido completo del texto. A la hora de hacer esta interpretación la calidad de la misma dependerá del bagaje cultural que tenga el lector. Los lectores de textos literarios se prestan al juego que les propone el autor y que consiste en, a partir de las pistas que el autor les da con su texto, crear el universo en que ese texto literario se desenvuelve.



A la hora de la construcción literaria los autores se valen de tres recursos literarios principales a la hora de construir el texto literario. Normalmente los tres se combinan de manera personal en cada obra. Estos tres recursos son la narración, la descripción y el diálogo.


Características del texto literario.

a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.



b. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.



c. Especial intención comunicativa. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.



d. Desviación: concepto. Llamamos así a la "recurrencia" o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".



e. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.



f. Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.



g. Importancia del significante. En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.



h. La función poética. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje. Si bien puede aparecer en textos no literarios, su presencia en los
mensajes literarios es obligada, se da sistemáticamente y se puede considerar un fin en sí misma.



2da FUENTE  ¿CARACTERISTICAS DEL TEXTO LITERARIO?


Los textos literarios son textos que privilegian el mensaje por el mensaje mismo. En el proceso de construcción de los textos literarios el escritor se detiene en la escritura misma, juega con los recursos lingüisticos, trasgrediendo con frecuencia las reglas del lenguaje para liberar su imaginación y fantasía en la creación de mundos ficticios.

A diferencia de los textos informativos, en los cuales se transparenta el referente, los textos literarios son opacos, no explicitos, con muchos vacios… ¿Por qué? Porque son los lectores los que deben unir todas las piezas en juego: la trama, los personajes y el lenguaje.

Tienen que llenar la información que falta para construir el sentido haciendo interpretaciones congruentes con el texto y con sus conocimientos previos del mundo.

Los textos literarios exigen que el lector comparta el juego de la imaginación para captar el sentido de cosas no dichas, de acciones inexplicables, de sentimientos inexpresados.

Podemos decir, en principio, que el autor literario recurre a tres grandes procedimientos de construcción del texto que pueden combinarse dentro de una misma obra independientemente del género empleado:

a) La narración.
b) La descripción.
c) El diálogo.
Cada uno de estos procedimientos de construcción (junto con otros que pueden aparecer, como la exposición o la argumentación) adquirirá caracterizaciones específicas dependiendo del género literario al que pertenezca la obra en concreto.

Para el autor los textos literarios poseen una especie de exigencia al ofrecerse a la lectura. Pero no es una exigencia que indique la forma como deban ser leídos, es más bien una “aparición” de la palabra cuyo significado propio es también el del texto, y cuya pronunciación es también la de su razón de ser.

Es complejo descifrar esa impronta de la obra literaria. Se trata de una pretensión viva en el texto, no de la recapitulación de lo que pensó el autor al escribirlo. Quizás habría que entender esto desde un punto de vista preligüístico, es decir, la palabra puesta en el texto literario no remite simplemente a sí misma como utilizada para la representación de algo, se trata de una especie de primera expresión o primer uso del término, de donde, lo que se quiere comprender está situado antes de cualquier palabra que pretenda expresarlo.

Según Gadamer, “hay un fenómeno que se llama literatura: textos que no desaparecen, sino que se ofrecen a la comprensión con una pretensión normativa y preceden a toda posible lectura nueva del texto”. Esta definición deja denotar una especie de “comportamiento” de los textos literarios, pero no queda tan claro por qué tienen que ser de ese modo o qué es lo que les da esa particularidad.

La respuesta de Gadamer gira en torno a una ubicación inteligible de los textos mismos. Una situación que no tiene que ver con los momentos históricos del escritor y el lector, es, como se ha dicho, un lugar prelingüístico, o incluso, un lugar pre-comprensivo: «mi tesis es que están presente únicamente en el acto de regresión a ellos. [...] Palabras que sólo “existen” retrayéndose a sí mismas, que realizan el verdadero sentido de los textos desde sí mismos, hablando...».

Pero es un “hablando” que no tiene palabras previas a lo hablado en el momento en que se hace uso de las mismas:

“El texto literario es justamente un texto en un grado especial porque no remite a un acto lingüístico originario, sino que prescribe por su parte todas las representaciones y actos lingüísticos [...] exige que se haga presente su figura lingüística y no sólo que se cumpla su función comunicativa. No basta con leerlo, es preciso oírlo, siquiera con el oído interior”.

Esta presencia de la figura lingüística del texto es la actitud precomprensiva en la que las palabras hacen acto de presencia como expresión precisa que responde a la armonía de sentido, que es a su vez la que ha requerido una figura lingüística. En el texto literario las palabras “se autopresentan en su realidad sonora”9, la cual, junto con el discurso (que brota de las palabras) está unida a la comunicación de sentido. De todo esto podemos percibir que la particularidad de la obra literaria está orientada hacia el mantenimiento de un discurso que sigue de algún modo un sentido previo a él, de donde hablar (o escribir) es la realización de tal sentido, desde lo que se dice, desde la palabra misma, y no la representación de una idea central en la que el discurso es un medio.

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